Escrito por: Alberto: www.elgarinense.com 12 octubre 2011

Que vuestra fe no este fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. 1 Corintios 2:5
Si algunos os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Galatas 1:9
La salvación de Dios
Dios es soberano. "Todo lo que quiso ha hacho" (Salmo 115:3); no tiene que rendir cuentas a nadie (Job 33:13), aunque al hombre le gustaría inmiscuirse en los planes de Dios. Naaman quería ser sanado de la lepra, pero había escogido la manera: "Yo decía para mi: ...invocara el nombre del Señor su Dios, y alzara su mano y tocara el lugar" (2 Reyes 5:11). Pero no sucedió nada de eso; la sabiduría de Dios quiso proceder de forma diferente: obedecer a su palabra era el único método para sanar.
Los israelitas mordidos por las serpientes morían en el desierto. Entonces rogaron a Moisés para que pidiese a Dios que quitara las serpientes (Números 21:7). Eso hubiese sido posible, pero Dios había decidido actuar de otra manera. El es soberano: "¿Quien le dirá: que haces?" (Job 9:12). No destruyo a las serpientes, pero puso a disposición en medio seguro para resolver el problema.
La Biblia dice que ante Dios todos los hombres estamos muertos en nuestros pecados. ¿Quien podrá salvarnos? He aquí la respuesta: "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios" (Efesios 2:8). Eso significa reconocer que no podemos hacer algo para salvarnos. Para ser salvos por la fe es necesario creer que Jesús murió por cada uno de nosotros para expiar nuestros pecados. "El hijo de Dios... me amo y se entrego a si mismo por mi" (Galatas 2:20). ¿Que sino la gracia divina puede derribar el orgullo?
Extraído de La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
Para consulta enviar email: advriv_13@hotmail.com

- Copyright © 2014 EL GARINENSE - Powered by Blogger - Designed by CamiAnabelOk -